Grito mudo

Verborrea fotográfica

Este año y casi a estas alturas, debería estar cuadrando el domingo correspondiente, para desplazarnos a Córdoba y disfrutar de la XVII Bienal de Fotografía de Córdoba. Con motivo de este evento, cada dos años acudimos un grupo de irreductibles anguler@s para participar en el Rally Fotográfico que se organiza dentro de las actividades de la bienal y que desarrollan los amigos del Colectivo Envilo.

El transcurso del rally va ligado a la visita de algunas exposiciones donde en ella se fijan los distintos puntos de control que hay que visar para poder terminar la prueba. Se matan varios pájaros de un tiro. Ves las exposiciones, te llevas alguna foto en la tarjeta y disfrutar la belleza de Córdoba.

En el dos mil diecisiete el amigo Paco Sol se hizo con el primer premio. En dos mil diecinueve el compañero Fran Caravaca se proclamó ganador. En las dos últimas ediciones dos jienenses han sido los vencedores de esta prueba y un servidor con ellos al lado. Para que veamos lo que es la fotografía.

Cuando acudimos al rally vamos como los torillos, en grupo. Pasamos por las mismas calles, las mismas exposiciones, la misma luz, los mismos detalles y todos terminamos sin repetir ni una sola foto. Al terminar la prueba vemos las fotos que hemos hecho y nos ayudamos a elegir las fotos a presentar que deben ser directas de cámara, sin retoques ni nada por el estilo. Pasamos un buen rato donde aprendemos a mirar, nos percatamos de detalles, conocemos algún truquillo y compartimos una experiencia que a todos nos enriquece y donde nos apoyamos los unos en los otros.

Este año voy a echar de menos el no poder disfrutar este día con los amigos, el no poder visitar Córdoba, sus calles y sus exposiciones. Aunque levanten el confinamiento perimetral, la bienal ha sido limitada a exposiciones, se queda la cosa un poco desangelada a pesar de que el cartel es magnífico como siempre, pero hay muchas limitaciones que quitan la ganas de ir aunque se pueda.

Ya buscaremos tarea en Jaén, por lo menos que ejercitemos el ojo y el obturador. Ya vendrán más bienales y más eventos. Poco a poco nos quitaremos la historia esta de encima y entonces saldremos desbocados para volver a juntarnos y disfrutar de afición, de amigos y familia.

Todo llega.

Como hice esta foto

La foto que hoy traigo a esta entrada, la hice en la bienal que se celebró en el año dos mil diecisiete. Estábamos sentados en una terraza de la Plaza de la Corredera mientras nos refrigerábamos y elegíamos las fotos para presentar en el rally.

En una de las veces que levanté la cabeza vi venir a esta pareja y apareció la foto. A contrarreloj preparé el disparo. Como era de automatismos los justos por esos entonces, tuve la frivolidad y rapidez necesaria para preparar en modo manual la exposición. Ajusté los parámetros midiendo la luz en medición puntual al suelo a +2,75 según el exposímetro de la cámara y seleccioné el modo ráfaga para asegurarme una foto de la secuencia. 

Los parámetros de exposición que utilicé para esta foto fueron los siguientes. Una apertura de F5.6, obturación 1/400, ISO 400 y focal fija de 35mm.

Digo que no era de automatismos, pero el tiempo te va cambiando la forma de mirar, fotografiar y percibir tu alrededor. No soy de utilizar el modo automático o el programado, pero si utilizo en muchas ocasiones las prioridades a la apertura o la obturación con una medición matricial cuando busco rapidez o algún efecto en la fotografía. Conviene conocer este modo de fotografiar, incluso es posible, salvo que sea mi percepción, que el resultado del RAW es más óptimo que si realizamos la fotografía en el modo manual.

Rematamos la entrada

Quien guste comentar algo sobre esta foto, la temática u otra cuestión. Lo puede hacer en los comentarios a pie de foto, le contestaré con todo el placer del mundo.

Hasta la semana que viene.