ASÍ EMPECÉ, Y ASÍ SOY.
Mi Viaje Constante en la Fotografía
Comencé en la fotografía con la simple intención de inmortalizar momentos familiares. Pronto, ese propósito inicial se expandió y me atrapó por completo.
Opté por el camino autodidacta, formándome con referentes como José María Mellado y José Benito Ruiz. Mi aprendizaje ha sido intensivo: navegué por foros como Canonistas o Sonymage (ahora SYM ART), devoré tutoriales, revistas y libros, y me sumergí en canales de YouTube y webs como Mágnum o World Press Photo, sin dejar de visitar museos.
Este recorrido me llevó al mundo del Asociacionismo Fotográfico, donde actualmente soy miembro activo de la Asociación Fotográfica Gran Angular y de la Federación Andaluza de Fotografía.
La Evolución es la Etapa Constante
En la fotografía, el proceso de aprendizaje es incesante. A lo largo de este viaje, uno va quemando etapas, aunque a menudo solo soy consciente de haber superado una cuando ya ha quedado atrás.
Este camino no tiene un final previsible. No sé dónde encontraré la próxima lección, qué descubriré por mi propia evolución o qué tipo de fotografía realizaré mañana. Lo que sí tengo claro es que seguiré evolucionando de forma continua y a mi propio ritmo, compaginando el día a día con esta afición que me ayuda a desconectar.
Un Archivo Fotográfico Debe Vivir
Para mí, un archivo fotográfico es un ente con vida, a pesar de ser inerte. Es el espejo de nuestra memoria y, como tal, mi obligación es mantenerlo activo.
Soy enemigo de que una fotografía muera en un cajón o en un disco duro. No concibo que una imagen tenga una vida útil de solo un día en una red social, ni quiero que un álbum acumule polvo, olvidado en el fondo de un armario.
Sigo estudiando la historia de la fotografía y leyendo sobre las nuevas tendencias, siempre mirando hacia atrás para recordar y honrar mi punto de partida.
Mi máxima aspiración es dotar de personalidad a mis fotos. Quiero que hablen sobre mí, que cuenten mi día a día, que, en esencia, se conviertan en mi propio diario visual.