EN MENOS QUE CANTA UN GALLO

 

La última y nos vamos.

La foto que hoy acompaña a esta entrada, tiene todas las papeletas para ser la última fotografía que pase este año por el blog. En menos que canta un gallo comienzan las semanas de exaltación de la amistad, postureo, falseo y amor eterno del bueno, que terminan cuando se encierren los Reyes Magos de Oriente.

Última fotografía y cambiamos de almanaque. Diciembre queda para hacer resúmenes, plantear un poco lo que vendrán en dos mil veinticinco, pero solo por encima, la experiencia me dice que la improvisación tiene una parte importante que ver en este tema, bien sea por voluntad propia o ajena.

Este año lo termino bien, más sobrecargado de cosas que otros años, pero con la moral a tope. Sigo en la idea de aprovechar al máximo el escueto tiempo libre, y en absoluto me puedo quejar de como ha discurrido este viejo dos mil veinticuatro.

Al nuevo año solo le pediré salud para mi, familia y amigos. No quiero nada más. El resto de cosas llegarán por su propio pie. Solo necesito seguir a tope de moral, buen rollo y que el rio de ideas que me surgen no paren. Cuando me jubile no se lo que voy ha hacer con todo lo que tengo anotado.

Os mando a todos quienes pasáis por este blog un brindís virtual, la última y nos vamos, amenazo con volver el próximo año. No garantizo buenas fotos, aunque espero que os guste alguna.

Goodbye 2024.

Debido a la moda de llenar de bombillas las ciudades, uno se encuentra estructuras tan variopintas como esta que fotografié en las navidades pasadas. La pusieron hasta bien, que ya es raro.

De una tirada de fotos salió esta foto molona, vistosa o curiosa. Si sois de Úbeda o de la zona seguro que visteis en redes sociales, fotografías similares de personas que estuvieron o pasaron por Úbeda la pasada navidad. Las redes sociales estaban "on fire" con estos números. Cómo el barbecho fotográfico lo llevo a rajatabla, a esta foto no le quedaba otra que esperar un año en la nevera. 

Un día plomizo me invitó a realizar esta foto que revelé en blanco y negro. Faltó conseguir otra foto del mismo lugar, con el mismo plano contrapicado pero en hora azul para dar chispa y color a la cosa. Los astros no quisieron que se juntase la hora azul, con unas nubes o incluso un suelo mojado cuando podía salir con la cámara. Que le vamos ha hacer.

Lo mismo este año ponen un 2025, un conejo enorme de color rosa, o el castillo de Grayskull con cienes de bombillas led. El tema de mirar por el ahorro y la eficiencia energética lo vemos luego si eso. Esto de la iluminación navideña se nos va de las manos, aunque, ahí estaré para hacer alguna foto si merece la pena.

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