Momento

Solo un momento. Concretamente durante dos segundos esta niña que aparece en primer plano, se detuvo a ver esta icónica fotografía de la exposición 50 fotografías con historia que se pudo disfrutar en la pasada Bienal de Fotografía de Córdoba.

Momento efímero que tuve la suerte de conseguir durante el pasado rally fotográfico con motivo de la bienal, que dediqué a realizar fotografías de larga exposición. Todo el recorrido con la cámara puesta en trípode, 17mm de focal, cálculo de distancia hiperfocal para el enfoque y filtro ND de diez pasos. Tenía claro el tipo de fotografía que buscaba y quería durante todo el recorrido.

Ya he comentado en alguna entrada anterior, que últimamente estoy probando este tipo de fotografía y me está sorprendiendo gratamente. No pasas desapercibido y la gente te esquiva cuando detectan que presuntamente estás fotografiando. Pero bueno, mostrándote despistado y diciendo un "no te preocupes al pasar por delante", suaviza bastante la cosa y más, cuando estás un buen rato en el mismo sitio en una zona de tránsito considerable.

Un buen aliado a la hora de hacer este tipo de fotografía es un disparador remoto, o en su ausencia, una aplicación móvil que te permita controlar la cámara desde el teléfono. En mi caso con Canon Camera Connect, puedo programar varios ajustes de la cámara y fotografiar sin acercarme a ella. Me permite escoger un encuadre o fotografiar una escena sin mi presencia al lado de la cámara. Creo menos impacto en la gente que me detecta o que te mira con recelo cuando pasan al lado de la cámara y creen que han sido fotografiados.

A pesar de que todo el mundo tiene un smartphone y que diariamente hacemos fotos con él, el hecho de ver una cámara de fotos genera en las personas cierta psicosis. ¿Me habrá fotografiado?, ¿a este quien le ha dado permiso?¿saldré en algún medio?...

La ventaja que disponemos a nuestro favor, es que sobre la marcha podemos enseñar a quien nos pregunte, las fotos que hemos hecho. No tiene precio ver la cara de personas que se acercan a churretear que haces, quieren ver las fotos que has hecho. Vas tu y le enseñas una imagen que acabas de hacer cinco minutos antes de las una de la tarde, en pleno centro de la ciudad, con todo abarrotado de gente y solo aparecen trazos de personas irreconocibles. Depende del churretero/a, el nivel de intensidad del momento incredulidad. La mayoría de ocasiones es extremo, anda entre efímero o soberano.

En los próximos días seguiré enseñando fotos que hice en este rally que tan buen sabor de boca me dejó. Por otro lado, seguiré preparando en la cabeza una idea que me ronda sobre este tipo de fotografía, que espero no tardar en darle forma.