ANTONIO JOSE MURO | BLOG

P aisajes otoñales de cuando uno salía de excursión a disfrutar de la tranquilidad del lugar. Me acuerdo de este día, el cual terminé en Segura de la Sierra. Esta fue la primera parada. 

  Este rincón. P or esta calle suelo pasar cada semana cuando salgo a pasear o andar. Sino hay mucho tráfico el canto de los pájaros te hace estar en otra cosa, te relaja. Como digo arriba, paso muchas veces por este lugar haciendo ejercicio, pero pocas con la cámara, y que conste que me gusta la luz que se filtra por los árboles de esta calle en el atardecer.  Por este rincón he bajado en alguna ocasión para aprovechar la última luz del día. También en la hora azul me he dejado caer por aquí en alguna una tarde de nubes para sacar la espadaña de San Lorenzo,  la iglesia que se ve al fondo. O he bajado con el trípode para conseguir por la noche, el rastro de las luces de los coches. Si salvas los artefactos de mobiliario urbano, fotográficamente, el lugar tiene su punto de interés. Con la foto. U n poco antes de llegar a la calle Cotrina, que es el nombre de esta vía, había visto pasar a un hombre con una camiseta roja. Motivo más que suficiente para ver la trayectoria qu...

U na foto tipo "¿donde está Wally?". Me gustó la diagonal y el lugar donde estaba el agricultor. Estos contraluces con la luz de octubre son la repera.

  Otro año será. E ste año por un motivo u otro, ha pasado el tiempo y no he visto hueco para salir por la sierra a ver o escuchar la berrea del ciervo. Dentro de poco se abrirá la veda de las monterías y comenzarán a desfilar cafres con rifles por los cotos de caza mayor. Ahora en la caza menor también hay algún que otro iluminado, cuidado si vais al campo, puede ser un peligro según que zona. Septiembre ha sido muy cálido, de hecho, a estas alturas casi no nos hemos enterado por estas latitudes de que ha llegado el otoño. Faltan lluvias, mucha agua debe de caer y las nubes se resisten a aparecer. Con este panorama de agenda y clima, el tiempo de berrea a pasado y ni me he enterado. Así que la salida de caza fotográfica la pospondré para dentro de unos meses, tengo pendiente salir en enero para buscar al lince en su temporada de celo, pero las temperaturas me echan para atrás. Veremos si me animo. Sobre la foto. S alir a la naturaleza para conseguir fotografiar animales, es cuanto...

E sta fotografía es la primera escena que imprimí en papel para participar en una exposición, le tengo un especial cariño y todos los días la veo colgada en mi lugar de trabajo. 

  Todavía queda para las setas. M is amigos norteños, a estas alturas de otoño llevan ya varias tarjetas llenas con fotografías de setas. De todos los tipos, tamaños y colores. Por esta latitud ese tema va más despacio. Más de una incursión hemos realizado sobre estas fechas y nos hemos encontrado con la negativa de la naturaleza a mostrarnos las setas por falta de agua y exceso de calor. Espero que llueva pronto y que la tierra coja humedad, ahora vas a la sierra y da pena ver como está de seco. El año pasado en la zona de La Aliseda había desaparecido hasta el río campaña que pasa por este lugar, solo había alguna flor de azafrán y mucho color pajizo en el suelo. Ni las hojas caducas de los árboles habían comenzado a cambiar su color. Quizás es por el cambio climático, o no. Pero la falta de lluvias es más que patente a nuestro alrededor, ves la previsión del tiempo y al meteorólogo de turno vive feliz en sus día de sol. Cuando anuncia lluvias parece que se pone hasta de malafoll...

E ncontrarme con el cauce de un río o embalse y buscar un espejo es todo uno. Manía, vicio, costumbre, hábito... No se lo que es, pero me lo pide el cuerpo. 

No hay viaje que por bien no venga. P ues como me suele pasar y más de una vez he comentado en este blog. Suelo salir a fotografiar con una idea y vuelvo con fotos en la tarjeta que nada tienen que ver con el motivo de la salida. Hace un año organizamos una salida a la Sierra de Andújar los compañeros de Gran Angular para disfrutar del momento de la berrea. Sin muchas lluvias y con un considerable calor a pesar de estar ya en octubre, el motivo se diluía conforme nos adentrábamos en la carretera del embalse Jándula. Después de pasear por allí un buen rato, sortear una infinidad de coches que estaban en la zona para lo mismo que nosotros, encontrar algún contraluz y escuchar los impresionantes bramidos, tuvimos que abandonar el lugar porque el sol ya nos dijo hasta mañana. Ni rastro de ciervos, solo algún gamo y poco más. Ya en el trayecto de vuelta por la zona de "Los Escoriales" y sin un atardecer de esos que quita el hipo. Hablando en el coche y mirando a la vez en por la v...