JAEN ES DE CINE

 

Hay atardeceres que...

Vale un potosí. Tengo la suerte de vivir en una provincia que es un regalo para los sentidos, no hay rincón que te deje indiferente. En sus paisajes, los pueblos...

Tenemos poco que envidiar a otros lugares. Estamos rodeados por naturaleza, historia, costumbres y tradiciones que aún se mantienen. Pese a la manía de vender todo este producto como un hito turístico y que se masifique de tal manera que quede hecho unos zorros. 

Ya con los imbéciles de la zona tenemos suficiente, no hace falta que vengan más dementes de fuera para dejarlo todo hecho una mierda.  Que sí, que el turismo genera riqueza, estoy de acuerdo. Pero no vale cualquier tipo de turismo. Quiero turistas que vengan a conocer esta tierra, la respeten y valoren por su contenido. No quiero al turista que se pone a mear en la puerta de San Pablo a las ocho de la tarde con una copa en la mano. Pero como ese también deja dineros hay que mirar para otro lado y no se puede poner el grito en el cielo. Si somos negligentes llegará el día que nos carguemos la gallina de los huevos de oro y nos quedaremos solo con las olivas, porque la industria y el comercio se la hemos regalado a los chinos.

Empiezo por un atardecer y salgo con el turismo, me tengo que mirar lo del cambio de tema, al final me voy por esos cerros... Mejor os dejo con la lectura de la foto que acompaña esta entrada y si vienes por esta provincia disfrutala y cuídala, es la única manera de que todos estemos mejor.

La foto.

La fotografía que pasa hoy por el blog está capturada desde la Redonda de Miradores de Úbeda, ese rincón mágico para los paisajes que permite ver en modo panorámico de izquierda a derecha: Sierra de las Villas, Sierra de Cazorla, Sierra Mágina y Sierra Sur. Siendo visible en días claros algún pico de Sierra Nevada y la Sierra de los Filabres.

Una tarde invernal de marzo paseaba con cámara en mano por la Redonda de Miradores. Era un disfrute para la vista. Los picos más altos de las sierras estaban teñidos de blanco gracias a la nieve, el cielo mostraba bancos de nubes por donde se filtraba el sol generando momentos de luz que llamaban mucho la atención. Existían motivos suficientes para buscar una foto si el sol ofrecía un candilazo.

Al comienzo de la hora dorada estaba en el lugar elegido, debía componer una escena donde la nieve que había sobre Sierra Mágina fuese la protagonista. La fotografía me invitaba a una proporción panorámica, ya fuese a 2:1 o 2,5:1 que son las proporciones panorámicas habituales que utilizo. Aunque siempre parto de la proporción nativa de la cámara, el 3:2, En pocas ocasiones cambio al 16:9, 4:3 o 1:1. Restan peso y resolución al archivo RAW original y prefiero tratar el tema de la proporción junto al reencuadre en el proceso de revelado.

La escena iba a ser de contrastes. Una parte superior cargada de dramatismo por las nubes y el color que estaba cogiendo el cielo. En el centro estaban las montañas que mezclaban nieve en sus picos altos y una ligera bruma a sus pies. La parte baja de la foto debe invitar a la calma, que careciese de interés para el espectador y que este fuese directo hacia la parte superior de la foto. 

Con las últimas luces del sol, el cielo tenía unos tonos cálidos brutales, manteniendose el blanco de la nieve y quedando en el resto de la imagen unos tonos fríos y verdosos que generaban un buen contraste de color a la escena.

Solo me quedaba apretar el botón del disparador para obtener dos fotos y dejar la cámara a un lado para que se gustasen los sentidos con el momento visual de la puesta de sol.

Siendo sincero, no vi el resultado en la cámara, me guardé ese momento para ver el RAW en el ordenador y comenzar el proceso de revelado del fichero. 

Resultado una escena con un pie de foto donde el artificial bosque de olivos impregna de tonos verdes el primer plano, salpicado este, por algunos árboles sueltos, construcciones rurales, lindes verticales y líneas horizontales de las lomas y cerros que llegan hasta el pie de las montañas donde la ligera bruma, aporta una atmósfera de tonos fríos antes de meternos de lleno en la blanca nieve de los picos, donde se hacen muy presentes los cortados y la orografía del terreno, para completar esta escena con un cielo cargado de nubes coloreados por las últimas luces del sol y algunos rayos de luz sueltos que eran muy evidentes detrás de las nubes.

Esta es mi lectura sobre la fotografía panorámica de paisaje que os muestro.

Hasta la próxima entrada.

Para cualquier consulta que queráis realizar sobre esta foto, u otras cuestiones de carácter fotográfico, las podéis dejar en los comentarios. Estaré encantado de responder vuestras preguntas, si las hay. 

Nos vemos en la siguiente entrada.

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