La curva.
El lugar seguro que os va sonando de alguna foto que he dejado por aquí. Esta curva de la Redonda de Miradores es un hervidero de gente que viene a disfrutar de sus amaneceres y atardeceres en esta época del año.
Como soy más de última hora que de primera para esto de la fotografía, bajo con frecuencia para disfrutar de la puesta de sol y llevarme en la tarjeta algún contraluz o momento llamativo. Estas chicas que estaban disfrutando del momento debieron de pensar lo mismo. Ya que estamos aquí, aprovechemos esta belleza.
El tío la cámara.
El año pasado en este lugar me pasó una situación bastante curiosa.
Bajé con la cámara en la mochila y me senté en la valla a que el sol bajase casi al horizonte y comenzase el baile de colores sobre las sierras. La gente pasaba andando, comentaban lo bonito del lugar, alguno sacaba fotos con el móvil... Nada de aglomeraciones y todo tranquilo.
Llega del momento de sacar la cámara, planto el trípode, el ND en el objetivo y preparo la foto del atardecer mediante braketing en larga exposición con la black card de por medio, para que los rayos del sol no me quemasen parte de la foto. Mientras voy probando ajustes, encuadres y otras cositas, me percato de que no pasaba nadie, hasta que miro detrás mía y veo a 20 personas con el móvil disparando a discreción.
Allí estaban todas estas personas, móvil en mano haciendo fotos al atardecer, de repente se había formado un tapón en la acera. Solo me faltó agradecer a los presentes, el hecho de no ponerse delante de mi cámara y que formasen parte de la foto que estaba haciendo. Cosa que también me ha pasado.
El caso es que fue curioso. Hacían la foto y me miraban como un bicho raro. Mientras algunos hacían varias fotos yo hacia una cada minuto aproximadamente. Miraban por el encima del hombro la pantalla de la cámara y como la veían negra se quedaban con las ganas de preguntar, que tampoco tiene nada de malo. Todavía no me he comido a nadie por preguntar, es más, por una pregunta se puede desencadenar una interesante conversación.
Lo tengo en la agenda.
Apuntado queda la tarde de domingo que debo bajar para intentar sacar alguna foto decente. La semana que viene puede ser interesante. Estaré pendiente de las nubes y de los colores magentas que aparecen sobre Magina y Cazorla. Este lugar no tiene desperdicio y me aporta muchas cosas tanto en fotografía como en lo anímico, me recarga las pilas.
¿Qué aún no conoces este sitio?, ya estás tardando en pasar por allí y disfrutar de la luz y el color. Por el covid no te preocupes, se está al aire libre y hay metros para aburrir.
El jueves más y mejor, feliz semana a tod@s.
Un contraluz guapísimo, esa farola casi fundida con el árbol le da un toque genial.
ResponderEliminarSaludos Antonio
Gracias por tus palabras Fernando.
EliminarPues estuve probando otro encuadre para separar la farola del árbol pero era imposible. Al fina decidí solapar ambos elementos.
Un abrazo.
Un gran contraluz, en el que el factor humano, le ha añadido algo de más vida.
ResponderEliminarBesos
Sin el factor humano, esta foto no diría nada. Es la clave.
EliminarMuchas gracias por pasar y comentar.
Un abrazo.
Una gran imagen con una composición muy equilibrada y un tratamiento del byn magnífico. Me gusta mucho el contraste entre los grises del primer plano y los del fondo. Genial.
ResponderEliminarMuchas gracias Luis. Muy agradecido por tus palabras, la verdad que estaba la tarde de cine.
EliminarSaludos.
El contraluz te ha quedado genial... Me encanta
ResponderEliminarGracias por ver esta imagen con buenos ojos.
EliminarUn abrazo.