Modo IR...
En modo infrarrojo. Cuando puedo y si el tiempo lo permite, salgo a relajarme con cámara en mano. A estas alturas de la película comienzo a plantearme que en lugar de un hobby es una terapia. El caso es que cada salida que hago la disfruto al máximo, desconecto completamente. Mi ritmo fotográfico es el de un caracol, llevo enfrascado en la fotografía infrarroja algo más de dos años, pero si junto el tiempo invertido en aprender y practicar, dudo que sume más de una semana de tiempo efectivo. Por este motivo sigo en proceso de aprendizaje, pruebas y corrigiendo errores. Llevo puesta la teoría del curso de Paolo Pettigiani sobre fotografía infrarroja que en su día compré en Domestika. Continué con el libro de Ginés Guirao , "Fundamentos y secretos de la fotografía infrarroja". Para terminar por el momento, leyendo varios tutoriales escritos por Martín Zalba y Rob Shea . Si se aprende mucha teoría y no se pone en práctica, poco provecho se saca. Así que en cada salida cojo e
Buena Antonio, así es como está funcionando esto hace ya un buen tiempo....
ResponderEliminarDespués de unos días con gripe voy a aprovechar para tomarme un tiempo de descanso.
Nos vemos a la vuelta
Mejórate Fernando y recupérate de esa gripe. Nos vemos por aquí.
EliminarSaludos.
La actitud lo dice todo
ResponderEliminarLa actitud es el motivo principal de la foto. Cuando la revelé pensé en cambiar la orientación a vertical para centrar más la atención. Lo tengo que probar.
EliminarJuntos y aislados unos del otro. Eso es lo que vemos ahora, con bastante frecuencia.
ResponderEliminarBesos.
Pasamos demasiado tiempo agarrando el teléfono y nos perdemos lo verdadero de la vida.
EliminarGracias por pasar.
Me gusta el byn, me gusta, a la vez que me espanta y paraliza, la escena de los sentados cada cual a su mundo y me gustan y mucho esas sombras alargadas que se me vienen encima y me ayudan a entrar en la foto.
ResponderEliminarEs para espantarse Luis, nos perdemos muchas cosas por un like.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Muy buena. Así es, prestamos más atención a nuestros móviles que a la persona que nos acompaña.
ResponderEliminarUn abrazo
Tu lo has dicho Antonio.
EliminarUn abrazo.