El plan B. E l año pasado fue calamitoso en cuanto a fotografía nocturna se refiere, de las varias planificaciones previstas a lo largo del verano , todas fueron afectadas por la meteorología y no pude conseguir la fotografía que tenía en mente. Y lo peor es que eran ubicaciones a las cuales les tenía ganas. La noche de La Calahorra casi volamos por el viento, había una temperatura agradable pero un aire que te movía del sitio. Estuvo complicado el dejar el trípode bien anclado para que la trepidación no fuera muy evidente. De hecho, esta es la fotografía más decente de ese rato de fotos. El sitio, la luz, la noche... todo estaba cojonudo para disfrutar de una buena noche de fotos, pero el aire no cesaba y se hacía imposible obtener una imagen en condiciones. A duras penas conseguí hacer algunas fotografías decentes, probé varios horquillados de tres y cinco fotos para luego apilarlas, que Lightroom me devolvió a los corrales. Aunque el aire fuese el protagonista absoluto de l...
Buena Antonio, así es como está funcionando esto hace ya un buen tiempo....
ResponderEliminarDespués de unos días con gripe voy a aprovechar para tomarme un tiempo de descanso.
Nos vemos a la vuelta
Mejórate Fernando y recupérate de esa gripe. Nos vemos por aquí.
EliminarSaludos.
La actitud lo dice todo
ResponderEliminarLa actitud es el motivo principal de la foto. Cuando la revelé pensé en cambiar la orientación a vertical para centrar más la atención. Lo tengo que probar.
EliminarJuntos y aislados unos del otro. Eso es lo que vemos ahora, con bastante frecuencia.
ResponderEliminarBesos.
Pasamos demasiado tiempo agarrando el teléfono y nos perdemos lo verdadero de la vida.
EliminarGracias por pasar.
Me gusta el byn, me gusta, a la vez que me espanta y paraliza, la escena de los sentados cada cual a su mundo y me gustan y mucho esas sombras alargadas que se me vienen encima y me ayudan a entrar en la foto.
ResponderEliminarEs para espantarse Luis, nos perdemos muchas cosas por un like.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Muy buena. Así es, prestamos más atención a nuestros móviles que a la persona que nos acompaña.
ResponderEliminarUn abrazo
Tu lo has dicho Antonio.
EliminarUn abrazo.