El olor de una flor

 

Lo que empezó en la calle.

Esta foto que traigo hoy aquí, es de la época cuando hacía sesiones de intercambio, quería aprender retrato y me pareció una gran forma de hacerlo. No me llegó a enganchar. La falta de tiempo libre para su preparación fue uno de los principales motivos por los que dejé esta disciplina, además de no contar con un estudio propio, ni tiempo para estudiar la temática a fondo. Destaco de esta etapa la mayoría de la gente que conocí y a otra que mejor no haberla conocido, pero bueno, de los errores se aprende.

Digo que empezó en la calle porque a Mariola comencé a fotografiarla en las calles de Peal, y terminé dentro de un centro de interpretación haciendo esa foto que detallaré su ejecución más adelante.

La práctica de sesiones de intercambio o TFCD, tienen la ventaja de permitirte coger experiencia a la hora de realizar retrato o fotografía con modelos. Son sesiones realizadas por personas amateur y no es comparable a la que un equipo profesional puede conseguir, pero te permiten desarrollar la técnica, coger experiencia a la hora de manejar la luz, guiar a la persona que posa y prepararte por si el día de mañana das el salto al lado profesional.

No se en que punto se encuentra a día de hoy este tipo de fotografía. Si se sigue realizando de la misma manera que se hacía hace unos años, si ha desaparecido, si ha derivado en otro tipo de formato. Ni idea. Cuando estuve metido en este tema se organizaban bastantes sesiones de este tipo por personas que querían aprender. Había incluso algún portal en internet destinado a publicar este tipo de trabajos, y donde cada participante de un sesión podía tener su propio apartado, ya fuesen maquiladoras, peluquerías, modelos, fotógrafos, retocadores, etc.

Cuando terminé con este tema desconecté de este entorno y la verdad que no me he vuelto a interesar por él. Seguro que si buscáis en internet por sesiones TFCD o sesiones de intercambio os aparecerá bastante información sobre ello.

Vamos con la foto.

La foto está hecha en un salón de actos donde aproveché la pared blanca del fondo, para rebotar un flash de mano, en el punto de luz del flash puse un papel celofán de color amarillo para impregnar de color el fondo y conseguir un contraluz que resaltase la silueta de ella.

Buscaba la silueta, pero el blanco de las paredes laterales proporcionó algo de luz sobre ella y me gustó el resultado. La única cosita que se quedó en el tintero por temas de espacio fue el encuadre, algo corto por abajo para conseguir más volantes, pero si quitaba margen por arriba la silueta se veía muy asfixiada.

El disparador lo tenía vinculado a la cámara, con un controlador remoto desde donde podía ajustar la potencia de luz. El flash era un youngnuo (el controlador es de la misma marca) básico y siempre lo he utilizado en manual para dar la luz que yo quería.

Os animo a que probéis a dar color al flash. Bien con personas, algún utensilio, un muñeco o lo tengas a mano en casa. Se consiguen resultados interesantes contrastando colores o realizando algún contraluz.

Continuamos el lunes.

Espero que tengas un buen fin de semana, hay que aprovechar el tiempo libre. Ya sabes que cualquier consulta sobre esta foto la puedes dejar en los comentarios. Contestaré encantado a tu pregunta.

El lunes más y mejor.