T oda mi niñez y juventud recuerdo este pasaje cerrado de Úbeda. Unas veces pasaba para jugar allí y más adelante paraba a tomar café en una cafetería del lugar. El caso es que no me había parado nunca a pensar en la foto que este lugar tenía y que resulta más curiosa conforme más se mira este techo de cristal. El envoltorio de esta cúpula es asimétrico, no tiene un patrón que se repita, no es un espejo si lo partimos por la mitad. pero si nos fijamos en el cristal la cosa cambia totalmente. Cuestión de observar detenidamente este techo, poner la mente a imaginar y empezamos a ver formas geométricas por todas partes. Triángulos, pentágonos, hexágonos... Aquí la simetría si es perfecta y si partimos la cúpula en dos, podemos disfrutar de dos zonas que son exactamente iguales. La foto está hecha tomando como referencia el nudo central de la cúpula y el triángulo que de él sale hacia la parte baja. A partir de ahí solo distingo rombos, pentágonos, triángulos, hexágonos, rectángulos, etc. ...